111 AÑOS DE LA EXPEDICIÓN DE LA LEY 7ª. POR LA CUAL SE CREA LA ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE PASTO

SEPTIEMBRE 16 DE 1.911 – SEPTIEMBRE 16 DE 2.022

La Escuela Normal Superior de Pasto fue creada mediante la ley 7° del 16 de
septiembre de 1911, gracias a la gestión de los parlamentarios de ese
entonces, encabezado por Don Ildefonso Díaz del Castillo, siendo Presidente
de la República el Doctor Carlos E. Restrepo, Ministro de Instrucción Pública
Don Marco Fidel Suárez y Gobernador de Nariño el General Gustavo S.
Guerrero.
El General Gustavo S. Guerrero mediante los decretos No. 388 de octubre 20 y
422 de noviembre 7 de 1911, nombró al primer Rector Doctor Enrique Muñoz
Becerra, al subdirector Don Clodomiro Díaz del Castillo y al Director de la
Escuela Anexa, profesor de pedagogía Don Delfín Reinel.
El Decreto 422 citado, señaló el día lunes 23 de noviembre de 1911, como la
fecha de iniciación de labores del año lectivo 1911 – 1912, empezando así una
fructífera labor en esta magna institución creada para formar a los maestros
que requería el Departamento de Nariño y el Sur occidente colombiano.
A lo largo de su existencia, este centro educativo ha tenido diferentes reformas
y ha tomado nombres como Escuela Normal de Institutores de Nariño (ley 7°
de 1911), Escuela Normal de Occidente (ley 30 de 1949), Escuela Normal
Superior de Varones (Decreto 192 de 1951), Escuela Normal Nacional
(Decreto 080 de 1974), Escuela Normal Superior (Resolución 4054 de 1996)
y desde el año 2.002 I.E.M. Escuela Normal Superior de Pasto.
El primer Rector fue el Doctor Enrique Muñoz Becerra, (1.911 a 1.912) oriundo
de Barbacoas, abogado de la Universidad Nacional de Colombia, fiscal y
magistrado del Tribunal de Nariño. Rector y catedrático. Cónsul de Colombia
en Tulcán, Representante al Congreso Nacional. Fue el primer Secretario de
Educación (Instrucción pública) del gobierno de Don Julián Bucheli (1.904 a
1.909).
El objetivo de las Escuelas Normales en 1.911, era formar maestros prácticos,
más que pedagogos eruditos, que estuvieran en capacidad para responder a
una instrucción primaria en la que de una manera, enseñen las nociones
elementales, principalmente las que habilitan para el ejercicio de la ciudadanía
y preparan para el de la agricultura, la industria fabril y el comercio.
Con los criterios del ministro, los estudios normalistas se realizaban en cuatro
años. El Plan de estudios fue diferencial según el género; las asignaturas del
campo científico contemplaban las nociones que se requerían según la
enseñanza del nivel primario y la preparación pedagógica era teórica y práctica.
La disciplina Lasallista fue reemplazada por la disciplina de confianza
promovida por Monseñor Juan Bautista Rosero C., quien ocupó el cargo de

Director de la Escuela Normal después de Don Enrique Muñoz. Este enfoque
disciplinario tenía como objetivo lograr el orden y el rendimiento académico
como resultado de la responsabilidad individual, cada estudiante debía cumplir
con sus obligaciones sin que fuera necesaria una vigilancia permanente.
Para Monseñor Rosero el orden y comportamiento debían ser producto de la
conciencia y voluntad de los estudiantes, razón por la cual suspendió la
vigilancia de los maestros-celadores en los dormitorios. Don Enrique Muñoz
tenía por costumbre levantarse diariamente a las 3 a.m., de tal manera que
durante su Rectoría la jornada para los muchachos empezaba a las 4 a.m. y las
clases a las 5 a.m., con castellano a cargo del mismo Muñoz. Monseñor
Rosero con una mayor comprensión hacia la juventud estableció el horario una
hora más tarde.
La Presentación impecable, caballerosidad, simpatía y donaire fueron entre
otras, parte de las virtudes de los alumnos-maestros. Fuera de la clase de
urbanidad, que se veía el domingo, implementaron dos estrategias para el
desarrollo de la sociabilidad en los estudiantes: el baile y el teatro. No se podía
olvidar que los maestros eran modelos sociales y además por su importancia
se los preparaba para que ejercieran liderazgo en las localidades.
El concepto de mente sana en cuerpo sano cobró vigencia en la formación de
los normalistas. Se procuraba que los jóvenes tuvieran buen desarrollo
muscular, fuerza y energía física como complemento a la preparación
intelectual. La clase de Educación física a cargo de un delegado del ejército,
toma el cariz de formación militar, los ejercicios eran similares a los que hacían
los reclutas y soldados en el batallón. Los ejercicios militares y calistenicos
eran parte de los planes de formación de maestros.
Responsabilidad en el cumplimiento del deber les recordaban
permanentemente a los normalistas. Como lo repetían a menudo al entonar el
Coro del Himno de la Escuela Normal compuesto por el profesor Marceliano
Márquez.
Maestros de Nariño,
en alas del saber,
volemos tras el niño,
cumplamos el deber!
Bibliografía:
– PEI quinta versión
– Gabriela Hernández Vega- Formación de Maestros en el Depto de
Nariño